Si te vas a alojar en alguno de nuestros Estudios Dúo, en este post te recomendamos algunos de los mejores planes para hacer en pareja en Cantabria.
Santander, un paseo para recordar
Una de las paradas indispensables de vuestras vacaciones en Cantabria, es la visita a la capital, Santander.
La bahía de Santander está dentro del «club de las Bahías más Bellas del Mundo». En todo el mundo hay 38 bahías que merecen este honor, dos de ellas están en España, y la de Santander es, por supuesto, la más bonita para nosotros.
Es el mayor estuario del norte de de la península con una extensión de 22 kilómetros cuadrados, una longitud de 9 kilómetros y una anchura de 5. Además, es la única bahía de todo el norte orientada al sur, esto hace de su paseo marítimo un mirador a la cordillera cantábrica, desde donde se puede disfrutar de los picos de Europa al oeste, hasta el puerto de lunada al este.
A lo largo de todo el paseo marítimo están algunos de los iconos de la ciudad: El centro Botín, a grúa de piedra, el Palacete del Embarcadero, el espigón de Puerto Chico, la Duna de Zaera y el Palacio de Festivales.
El Centro Botín, situado al borde del mar en los Jardines de pereda, es desde 2017 uno de los estandartes de la ciudad desde donde se puede divisar todo el paseo marítimo. Es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad por su diseño moderno y su ubicación excelente. También existe la posibilidad de disfrutar de una comida romántica en el restaurante El Muelle, situado en los bajos del museo. Su oferta fresca, actual y de gran calidad y sobre todo sus vistas, son el plan en pareja ideal.
Durante todo el año Los Reginas ofrecen además la opción de ver Santander desde el mar en sus embarcaciones que conectan la ciudad con Pedreña y Somo, en la otra punta del arco de la bahía.
Pero la bahía de Santander abarca mucho más que el Paseo Marítimo. El Paseo de Reina Victoria que conecta Puerto Chico con la península de la Magdalena es la opción perfecta para bajar la comida.
Los amaneceres y atardeceres más espectaculares
Si hay dos colores que se asocian con Cantabria son el azul del mar y el verde de sus valles. Sin embargo desde Apartamentos La Canal añadiríamos el rosa y naranja de sus salidas y puestas de sol.
Primavera y otoño son las mejores estaciones para disfrutar de los increíbles paisajes rosados, ya que el viento sur, muy frecuente en Cantabria en esas fechas, difumina las nubes y hace del cielo un verdadero lienzo al oleo. Aquí os dejamos algunas recomendaciones, dependiendo de la época del año en la que nos visites:
Otoño – Invierno: El sol sale más bajo, por lo tanto lo mejor es optar por la zona sur de Santander, el Paseo Marítimo antes mencionado o la península de la Magdalena.
En el recinto de la península hay, de hecho, rincones que parecen pensados precisamente para deleitarnos con estos espectáculos. Por ejemplo, si seguimos el camino que va desde las Caballerizas hasta el palacio, encontraremos primero un pequeño embarcadero, donde los más jóvenes se tiran al mar en verano, pero que en otoño e invierno es el lugar perfecto para ver el atardecer en contraste con la silueta de la ciudad. Si seguimos por el mismo camino, un poco más adelante, cuando empezamos a subir la cuesta hacia el Palacio, veremos a la derecha una bajante que da a un pequeño acantilado. Justo en el centro hay un banco, que hace de ese pequeño rincón un romántico mirador a los amaneceres de Cantabria.
Primavera-verano: Aquí tenemos que barrer para casa, porque de verdad no existe un lugar más mágico para ver los atardeceres de primavera y verano que Costa Quebrada.
Desde, por ejemplo, la Arnía se puede disfrutar de una puesta de sol mientras tomáis algo en El Cazurro, bar-restaurante en el que además es probable que coincidáis con una de sus actuaciones en directo.
Otro establecimiento que hace de los atardeceres de costa quebrada un verdadero plan romántico es Avril en la Ría, una cafetería de Mogro situada en la desembocadura del rio Pas. Su especialidad son las meriendas así que ¿Qué mejor plan que ver el atardecer mientras disfrutáis de un rico café, batido, zumo, tarta…?
Pero desde donde, sin duda, se puede ver toda la extensión de Costa Quebrada bañada por la luz crepuscular, es La Picota. Una pequeña colina a la cual se accede por una pista no muy dificultosa desde Mortera.
Esto son sólo algunas propuestas, hay miles de rincones desde donde poder divisar estos espectáculos celestes: Peña Cabarga, la Playa de Oyambre, el Faro de Santander, el Buciero de Santoña… Cantabria es infinita.
Una gastronomía que enamora
Si hay un plan por excelencia que hacer en pareja es comer. La comida une, y los sabores de la comida de Cantabria aún más.
Si te gusta lo de aquí:
- El Cocido Lebaniego: Garbanzo, berza, patata, sopa y el buen compaño de cerdo (chorizo, morcilla, tocino). Liébana es la madre de este plato, y es muy complicado, por no decir imposible, encontrar un restaurante en el valle en el que este plato no sea una verdadera delicia. El Oso en Cosgaya, el Infantado, Casa Cayo, Paco Wences, El Bodegón o el meson de la Torre son solo algunos de los restaurantes en los que os podréis deleitar con este manjar cántabro. No os preocupéis por las calorías, la rivera del río Deva y las calles empedradas de Potes o Fuente De y su teleférico son un marco romántico incomparable para bajar la comida de paseo.
- El Cocido Montañés: Alubia blanca, berza y el compaño, todo en el mismo plato. Se podría decir que es el plato de cuchara más característico de Cantabria. Sus orígenes están en el Valle de Cabuérniga, y raro es el restaurante de esa zona que no tenga un máster en su preparación. Pero estos son algunos de los mejores valorados de Cabuérniga y alrededores: El Mirador Peña Colsa en el Tojo, Casa Lucas en Correpoco y La Bolera de Los Tojos. Todos ellos a escasos kilómetros de Bárcena Mayor “el último pueblo de Cantabria”, una población preciosa a orillas del Río Argonza que conserva toda la estética del típico pueblo cántabro, con sus callejuelas empedradas y sus casonas con balcones repletos de geranios. Una visita obligada.
- El mejor pescado y marisco: Vayas donde vayas a lo largo de la costa cántabra, vas a encontrar un pescado y marisco excepcional, pero si hay un barrio con fama en estos menesteres es Puerto Chico, y más concretamente la calle Tetuán. Marisquerías como Marucho o Casa Silvio son ya un emblema de la zona, y si tenéis una capacidad económica holgada, El Puerto, La Bombi y La Flor de Tetuán, son tres de los restaurantes más selectos de Santander.
Si te gusta probar otras culturas:
- En Liérganes se encuentra el restaurante El Bigote Mexicano, una fabulosa opción si estáis pasando el día en ese precioso y romántico pueblo que da entrada a los valles pasiegos. Comida mexicana casera y una atención de lujo.
- Olivia es un restaurante situado en la calle Peña Herbosa en Santander. a pesar de tener poca trayectoria se ha convertido ya en referente de la comida de fusión asiática-peruana.
- También en pleno centro de Santander, en el Rio de la Pila, está el Kaneda. Un restaurante chiquitín pero muy acojedor en donde degustar los mejores sabores japoneses y de otras partes del mundo.
Con Estrellas Michelin
- El Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones. Varios menús degustación con Memoria, Esencia y Experiencia. Platos en los que los ingredientes locales se entremezclan con clásicos de otros lugares del planeta.
- Annua, San Vicente de la Barquera. Con una ubicación excepcional, la cocina de este restaurante mezcla también los sabores típicos de Cantabria con inspiraciones latinoamericanas, especialmente mexicanas.
- La Bicicleta en Hoznayo. Sabor cántabro y vasco en donde tienen mucha importancia los sabores de temporada como la caza, o los pescados como el bacalao.
- La Solana, Ampuero. Un restaurante que comenzó como casa de comidas y que con mucho trabajo e innovación ha llegado a formar parte de este selecto club. Su esencia sigue presente en sus platos tradicionales con un punto de actualidad.
- El Serbal de Santander. El único que ostenta una estrella en la capital. Además de la comida, es reseñable la calidad y precios de su bodega.
- El Nuevo Molino de puente Arce. Sin duda, una cocina que se distingue por la utilización de alimentos de proximidad, sensatos y sabrosos.
Estas son sólo algunas de las opciones mejor valoradas, pero como ya hemos dicho, es muy difícil comer mal en Cantabria, seguro que allá donde vayáis encontráis un restaurante del que salir enamorado de nuestra gastronomía.
En definitiva, Cantabria es el lugar perfecto para una escapada romántica, y Apartamentos la Canal hará de tu escapada, una experiencia. Venid a vivir el amor.